La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
“Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”.
El hombre quisiera penetrar el futuro y ver qué será de él y de la humanidad en ese futuro misterioso. La Biblia tiene la respuesta.
Llegar a ser una nueva criatura es una experiencia única que sólo es posible en Dios. Es una nueva vida, una nueva naturaleza que depende solamente de Él.
La fe es inevitable e imprescindible, aunque decidamos sólo creer en nosotros mismos. Hoy presentamos las virtudes y beneficios de la fe cristiana.
La justificación por la fe fue el corazón de la Reforma. Y hoy sigue siéndolo, porque sólo la fe en el Cristo resucitado transforma del corazón humano; de hecho, es el corazón de la vida cristiana.
El miedo y la ansiedad son los factores que impulsan gran parte de la conducta humana, y aún así están entre las fuerzas menos deseadas en las vidas de las personas.
El hombre no es fruto del azar; fue creado con un propósito sublime.
Una de dos, o el hombre no comenzó en ninguna parte y busca un lugar a donde ir, o comenzó en algún lugar y perdió el camino.
Si todas las religiones fueran iguales, no habría ninguna necesidad de discutir acerca de cuál religión es la religión «verdadera.» Pero ¿y si todos los caminos no conducen al mismo destino?
La ansiedad puede ser algo muy difícil de combatir, pero la palabra de Dios tiene respuestas.
Todos los teólogos del mundo se han esforzado en vano por hallar una solución al enigma del mal. ¿De dónde viene? ¿Cuándo empezó?
El hombre quisiera penetrar el futuro y ver qué será de él y de la humanidad en ese futuro misterioso. La Biblia tiene la respuesta.
La justificación por la fe fue el corazón de la Reforma. Y hoy sigue siéndolo, porque sólo la fe en el Cristo resucitado transforma del corazón humano; de hecho, es el corazón de la vida cristiana.