Invirtiendo bien el tiempo
Nuestros progresos técnicos salen de nosotros y vuelven a nosotros plagado de contradicciones; la falta de tiempo es una de ellas. Aun así, necesitamos tiempo para buscar a Dios y tener un encuentro personal con él.
Nuestros progresos técnicos salen de nosotros y vuelven a nosotros plagado de contradicciones; la falta de tiempo es una de ellas. Aun así, necesitamos tiempo para buscar a Dios y tener un encuentro personal con él.
Nuestros progresos técnicos salen de nosotros y vuelven a nosotros plagado de contradicciones; la falta de tiempo es una de ellas. Aun así, necesitamos tiempo para buscar a Dios y tener un encuentro personal con él.
Dios creó al hombre con la suficiente capacidad de oírle y obedecerle, porque Él tiene muchas cosas que decir; y el hombre muchas que retener.
Jesucristo habló de personas prudentes e insensatas y las caracterizó según la forma en que edificaban su vida.
La ley de Dios nos lleva no sólo a manifestar con impotencia nuestra necesidad, sino a señalarnos el camino de nuestra salvación.
Nuestro último programa del año nos da la oportunidad para hablar del paso veloz del tiempo; de la brevedad de la vida.
La Biblia no es el producto de una elevada conciencia humana o un iluminado intelecto, sino que es directamente inspirada por Dios mismo.
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
“Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”.
La ley de Dios, que nos lleva, no sólo a manifestar con impotencia nuestra necesidad, sino a señalarnos el camino de nuestra salvación.
Si todas las religiones fueran iguales, no habría ninguna necesidad de discutir acerca de cuál religión es la religión “verdadera.” Pero, ¿y si todos los caminos no conducen al mismo destino?
Según la Biblia, los objetos de barro son símbolo de la fragilidad, debilidad, e imperfección de la naturaleza humana. Aún así, Dios ha escogido habitar en nosotros y poner el tesoro de Su Presencia para moldearnos a su imagen.
En un mundo confuso y cargado de incertidumbres, Dios sigue siendo el Dios de toda esperanza.
Hoy partimos de un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad: la resurrección de Jesucristo.
Posiblemente la postmodernidad nos ha encontrado desprevenido a muchos de nosotros, pero no así a Dios.
La vida, además de estructura física, es tiempo, y el tiempo es un bien escaso. Nuestros años, puesto que pasan como un pensamiento, debemos invertirlos en conocer a Dios.
La Biblia enseña que la salvación del ser humano es sólo por gracia; no interviene ningún otro factor humano.
Muchas personas lo llaman franqueza, aunque en realidad es falta de control sobre sí mismos, y esto es algo que Dios quiere solucionar.
Muchas personas lo llaman franqueza, aunque en realidad es falta de control sobre sí mismos, y esto es algo que Dios quiere solucionar.
Creer en Dios y aceptar la salvación que él nos ofrece en la persona de Jesucristo, es tener acceso garantizado a la vida eterna y a una relación permanente con nuestro salvador.
Muchas las personas tienen un profundo pesar por no haber podido, sabido o querido manejar su vida de otra manera. Y a esto lo podemos llamar, remordimiento.
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Nuestros progresos técnicos salen de nosotros y vuelven a nosotros plagado de contradicciones; la falta de tiempo es una de ellas. Aun así, necesitamos tiempo para buscar a Dios y tener un encuentro personal con él.
Dios creó al hombre con la suficiente capacidad de oírle y obedecerle, porque Él tiene muchas cosas que decir; y el hombre muchas que retener.
Jesucristo habló de personas prudentes e insensatas y las caracterizó según la forma en que edificaban su vida.
La ley de Dios nos lleva no sólo a manifestar con impotencia nuestra necesidad, sino a señalarnos el camino de nuestra salvación.
Nuestro último programa del año nos da la oportunidad para hablar del paso veloz del tiempo; de la brevedad de la vida.
La Biblia no es el producto de una elevada conciencia humana o un iluminado intelecto, sino que es directamente inspirada por Dios mismo.
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
“Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”.
El hombre quisiera penetrar el futuro y ver qué será de él y de la humanidad en ese futuro misterioso. La Biblia tiene la respuesta.
Llegar a ser una nueva criatura es una experiencia única que sólo es posible en Dios. Es una nueva vida, una nueva naturaleza que depende solamente de Él.
La fe es inevitable e imprescindible, aunque decidamos sólo creer en nosotros mismos. Hoy presentamos las virtudes y beneficios de la fe cristiana.
La justificación por la fe fue el corazón de la Reforma. Y hoy sigue siéndolo, porque sólo la fe en el Cristo resucitado transforma del corazón humano; de hecho, es el corazón de la vida cristiana.
El hombre no es fruto del azar; fue creado con un propósito sublime.
Una de dos, o el hombre no comenzó en ninguna parte y busca un lugar a donde ir, o comenzó en algún lugar y perdió el camino.
Si todas las religiones fueran iguales, no habría ninguna necesidad de discutir acerca de cuál religión es la religión «verdadera.» Pero ¿y si todos los caminos no conducen al mismo destino?
El tema importante de la Navidad no es tanto que Jesús vino, sino por qué vino. Había un precio que debía ser pagado por nuestros pecados. Alguien tenía que morir, y sólo Jesús podría hacerlo.
El amor de Dios es tan inmenso, tan sorprendente, que Él amó al mundo. Pero ¿qué significa eso? ¿Cómo podemos medir el amor de Dios, tomando en cuenta que Él amó al mundo?
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
Aunque todos nacemos con un deseo insaciable de tener más de todo, sobresale uno entre los que no pertenecen a la categoría del deseo de tener más, es el anhelo espiritual.
Aunque el descenso del paro, la bajada de tipos de interés y la mejora de la economía sean buenas noticias, con todo, están muy lejos de las que realmente necesita el hombre.
Cuando Dios envió a su Hijo al mundo no lo envió a cobrar deudas, sino que lo envió a perdonar.
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
La línea que divide el bien y el mal atraviesa el corazón de todo ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un pedazo de su propio corazón? En realidad no hace falta. Dios está dispuesto a transformarlo.
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
La ley de Dios, que nos lleva, no sólo a manifestar con impotencia nuestra necesidad, sino a señalarnos el camino de nuestra salvación.
Todos los teólogos del mundo se han esforzado en vano por hallar una solución al enigma del mal. ¿De dónde viene? ¿Cuándo empezó?
La línea que divide el bien y el mal atraviesa el corazón de todo ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un pedazo de su propio corazón? En realidad no hace falta. Dios está dispuesto a transformarlo.
La injusticia es una de las facetas que más destaca en el devenir humano. Y como hace falta hallar a un culpable, ¿a quién se va a poner en el banquillo de los acusados? Son muchas las personas que colocan a Dios, considerado como el responsable de todo el
De todos los males humanos, el peor es la muerte. Ella constituye el dolor más extremo de todos los que el hombre puede padecer, porque nos despoja del más amado de todos los bienes: la vida.
Cristo es el único que puede servir como el mediador final y exclusivo, porque es de la misma distancia entre los dos, siendo ambos Dios y hombre.
La línea que divide el bien y el mal atraviesa el corazón de todo ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un pedazo de su propio corazón? En realidad no hace falta. Dios está dispuesto a transformarlo.
Cuando Dios envió a su Hijo al mundo no lo envió a cobrar deudas, sino que lo envió a perdonar.
Cuando Dios envió a su Hijo al mundo no lo envió a cobrar deudas, sino que lo envió a perdonar.
Santiponce es un pueblo con historia; y, además, con memoria. Hoy se le tributa digno reconocimiento a uno de sus ilustres habitantes del siglo XVI: Casiodoro de Reina.
Dice la Biblia que los cielos y la tierra fueron creados por la Palabra de Dios; ese fue el comienzo de todas las cosas. Desde entonces, la Palabra de Dios ha sido y sigue siendo la chispa que enciende todos los acontecimientos que, social y espiritualmente, h
Una preocupación clave de la Reforma, que a menudo se olvida, es su resurgimiento de una reforma del corazón, o como lo llamaría Juan Calvino: ”piedad bíblica”. Para Calvino, la piedad está en el centro de la reforma del corazón; de hecho es el coraz
Se ha dicho infinidad de veces que la vida es una lucha constante. Y lo es más que nunca para el que prescinde de Dios en su vida.
Nuestro primer programa del año nos da la oportunidad para hablar del paso veloz del tiempo; de la brevedad de la vida.
Nuestra mera existencia ya es una razón de peso para que nos preocupemos en encontrar cuál es el propósito de nuestra vida.
Creer en Dios y aceptar la salvación que él nos ofrece en la persona de Jesucristo, es tener acceso garantizado a la vida eterna y a una relación permanente con nuestro salvador.
Se ha dicho infinidad de veces que la vida es una lucha constante. Y lo es más que nunca para el que prescinde de Dios en su vida.
El amor de Dios es tan inmenso, tan sorprendente, que Él amó al mundo. Pero ¿qué significa eso? ¿Cómo podemos medir el amor de Dios, tomando en cuenta que Él amó al mundo?
Nuestro último programa del año nos da la oportunidad para hablar del paso veloz del tiempo; de la brevedad de la vida.
De todos los males humanos, el peor es la muerte. Ella constituye el dolor más extremo de todos los que el hombre puede padecer, porque nos despoja del más amado de todos los bienes: la vida.