Mientras tengamos servicios fúnebres y llevemos al cementerio a nuestros seres queridos, mientras vivamos con la permanente amenaza de la muerte, el tema de la salvación será de trascendental importancia. ¡Tenemos que salvarnos del pecado y de la muerte, y
Creer en Dios y aceptar la salvación que él nos ofrece en la persona de Jesucristo, es tener acceso garantizado a la vida eterna y a una relación permanente con nuestro salvador.
Los sueños han llamado la atención del ser humano desde tiempos inmemoriales. Pero los sueños, sueños son, y no forman parte de esa realidad tangible e inmediata a la que todos estamos sometidos.