Una de dos, o el hombre no comenzó en ninguna parte y busca un lugar a donde ir, o comenzó en algún lugar y perdió el camino.

La Biblia es la luz de Dios para el mundo. Una joya única e incomparable que en nuestra incalificable ceguera estamos en peligro de rechazar.

Aunque el misterio de Dios supera la razón humana, ésta puede, si procede rectamente, conocer no sólo la existencia de Dios, sino también algunos de sus atributos.

La Biblia no es el producto de una elevada conciencia humana o un iluminado intelecto, sino que es directamente inspirada por Dios mismo.