A raíz de esta llamada pandemia casi nadie se ha quedado al margen de considerar cuán vulnerables somos, y cuánto necesitamos reflexionar acerca de las cosas importantes de la vida; nosotros también hemos sacado nuestras propias conclusiones.
Creer en Dios y aceptar la salvación que él nos ofrece en la persona de Jesucristo, es tener acceso garantizado a la vida eterna y a una relación permanente con nuestro salvador.